Alquila tu vivienda sin importar los años que tenga
¿Es la primera vez que te encuentras en la situación de tener una segunda vivienda vacía? Cuando has heredado la casa en las que vivías con tus padres cuando eras pequeño o en la que vivían tus abuelos o familiares, debes tener claro que el tiempo ha hecho mella y habrá afectado tanto a su infraestructura como el efecto visual del mobiliario del que dispone. No obstante, el hecho de que la construcción pueda tener más de medio siglo, no es motivo para que no se le pueda sacar un rendimiento económico. Para lograrlo, deberás hacer una pequeña inversión, dado que se ha demostrado que un plan de renovación es una vía directa para captar la atención de posibles inquilinos. Razón por la que vamos a darte unos sencillos trucos que te faciliten esta tarea.
Si cogemos cualquier catálogo de decoración de interiores, descubriremos que lo primero que se ve en un salón, es un sofá que se percibe cómodo. Los especialistas creen que invertir en la compra de uno, puede aportar una renovación total a la estancia. No obstante, es fundamental decantarse por modelos atemporales que soporten el paso de los años.
Uno de los elementos más olvidados, pero que tienen especial relevancia, son las puertas. Es muy probable que tu propiedad mantenga las puertas originales. Esto puede dar un aspecto viejo y desgastado a toda la casa. Razón por la que reemplazarlas y apostar por unos diseños más actuales, te permitirá traerla a este siglo.
El color y el estado de las paredes son aspectos muy evaluados. Mostrar la propiedad con toda la pintura renovada y en perfecto estado de conservación, hará que los inquilinos ganen interés. Te aconsejamos que utilices colores neutros, dado que de este modo ampliarás el rango de personas a las que les puede gustar.
Por último, te recomendamos que valores el mobiliario del que dispone la vivienda. En el caso de que esté viejo y estropeado, lo mejor que puedes hacer es eliminarlo. Es mejor que optes por estancias que tengan lo mínimo e imprescindible, que ofrecer una imagen descuidada.